A lo largo de la historia, el vínculo entre tecnología y creatividad ha encontrado muchas trabas: por un lado, la incomprensión de quienes rechazan el cambio y, por otro, la reticencia de la gente a admitir abiertamente el uso de las nuevas tecnologías.
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La tesis Hockney-Falco
Un fascinante ejemplo reciente es la reacción a la tesis Hockney-Falco planteada en 2001 por un artista y un físico. Afirmaban que los avances de los maestros del Renacimiento en el realismo se debían al uso subrepticio de dispositivos ópticos como la cámara oscura o los espejos curvos. Los audaces investigadores examinaron las obras de maestros del realismo y la perspectiva, como van Eyck, Dürer y Da Vinci, y descubrieron que los avances en la fabricación de lentes desempeñaron un papel crucial en el periodo.
Es interesante observar que estos maestros artistas probablemente ocultaron ellos mismos el uso de tales ayudas, bien para protegerse de posibles críticas, bien para aumentar el valor de sus obras. Van Eyck, por ejemplo, insertaba en secreto sutiles referencias al uso de lentes y espejos en sus obras, pero nunca lo admitió abiertamente. Sin embargo, esta teoría fue rechazada por muchos historiadores del arte que defendían la honestidad de estos artistas emblemáticos, como si utilizar lentes o espejos para representar más fielmente el mundo fuera deshonesto.
Los violines Stradivarius
El misterio de los violines Stradivarius no es solo una cuestión de arte musical, sino también la historia de un avance técnico secreto. El famoso fabricante italiano de violines Antonio Stradivari (1644-1737) legó al mundo una colección de instrumentos extraordinarios que fascinan por igual a músicos, coleccionistas y científicos. Las técnicas precisas que Stradivari utilizó para crear estas obras maestras nunca se han descifrado definitivamente y siguen siendo un misterio eterno.
Abundan las teorías, pero investigaciones recientes sugieren que se trató de un descubrimiento accidental: un método para tratar la madera contra la infestación de gusanos que condujo inadvertidamente a la creación de violines con una combinación inigualable de brillo, proyección y riqueza sonora. Stradivari construyó unos 1.200 violines a lo largo de su vida, reservando estos tesoros sonoros exclusivamente para la élite, incluida la realeza. En la actualidad, aún existen unos 600 violines Stradivari, cuyo valor de mercado ha alcanzado cifras astronómicas de hasta 10 millones de euros. ¿Una muestra de la maestría de Stradivari o un golpe de suerte? Los artistas rechazan la idea de que el azar pueda desempeñar un papel tan decisivo en la consecución de la grandeza.
Conclusión
Sin embargo, es importante reconocer que la tecnología, cuando se utiliza en exceso, también plantea peligros. El temor a que se pierda la originalidad o el preciado "toque humano" se confirma cuando las capacidades digitales aumentan exponencialmente y el precipicio del crecimiento descontrolado se acerca ominosamente. Sin embargo, los artistas que utilicen hábilmente las nuevas tecnologías para mejorar su oficio y aumentar así el valor de su obra tendrán más éxito que los que se resistan. El artista no es sustituido por ChatGPT, sino por el surgimiento de otro artista que sepa utilizarlo mejor.
En aras de la transparencia, querido lector, debo confesarlo: No soy ni un estafador engañoso ni un genio asombroso. Me complace contarte mi pequeño secreto. Yo mismo he utilizado una herramienta de autocorrección cuando escribí el borrador de este artículo y lo pasé por ChatGPT para mejorar el estilo, utilizando el prompt "Reescribe este artículo al estilo del New York Magazine".
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