¿Qué es una melodía?
Una melodía es una secuencia de notas musicales con una estructura reconocible y atractiva. Las melodías pueden ser simples o complejas y suelen ser la característica principal de una canción que permanece en la mente del oyente. Vienen determinadas por el tono y la duración, el tempo, la estructura rítmica y, a menudo, por la armonía que las acompaña.
Las melodías se encuentran en todas las músicas de todos los géneros y en todo el mundo. En las canciones con voz, el cantante suele cantar la melodía principal. En las canciones sin voz, como la música clásica, otro instrumento (normalmente un instrumento agudo como el violín o la flauta) interpreta la melodía principal.
En teoría musical existen muchos conceptos y técnicas para la construcción y el análisis de melodías, por ejemplo escalas, Intervalos y Acordes. Estos elementos contribuyen a que una melodía sea interesante, emocionalmente atractiva y, a menudo, reconocible, porque una melodía sólo es buena si permanece en la memoria del oyente.
Para componer buenas melodías, sin embargo, estos conocimientos no son absolutamente necesarios: algunas personas son capaces de hacerlo por naturaleza. Sin embargo, el conocimiento de la teoría musical sólo puede ser una ventaja.
¿Cómo se construye una melodía?
Una melodía es algo más que una secuencia aleatoria de notas: tiene una estructura y sigue ciertos principios musicales.
Tono e intervalos
El tono se refiere a la frecuencia de un tono, y los intervalos son las distancias entre tonos. En una melodía, las notas suelen moverse por pasos o saltos en una escala. La elección de los intervalos puede influir mucho en la calidad emocional de la melodía.
A modo de ejemplo: Si compongo una melodía con muchos intervalos de tonos, suena tensa y aterradora. Pero si la compongo con muchas terceras mayores y quintas perfectas, suena alegre.
Ritmo
El ritmo de una melodía se refiere a la duración y el ritmo de cada una de las notas y silencios. El ritmo puede añadir ímpetu, tensión o relajación a una pieza musical. Un ritmo complejo puede hacer más interesante una melodía, mientras que un ritmo sencillo facilita su recuerdo.
El tempo también influye mucho en la melodía: un tempo lento hace que la melodía sea tranquila y relajada, mientras que un tempo rápido puede hacer que la melodía suene motivadora o agitada.
Fraseología
Las melodías suelen dividirse en frases, que funcionan de forma similar a las oraciones en el habla. Una frase es una idea musical que suele concluir con una respiración o una pausa. Varias frases pueden combinarse para formar una sección musical más amplia, como un tema o un motivo.
Repetición y variación
La repetición es un elemento importante en las melodías porque ayuda al oyente a reconocer y recordar la melodía. La variación, en cambio, mantiene el interés de la melodía. Cambiando algunos elementos, como el ritmo o los intervalos, una melodía puede repetirse sin dejar de ser interesante.
Tipos de melodías
La categorización de las melodías puede variar según el contexto musical, el estilo o el método de análisis, pero principalmente pueden dividirse en 2 categorías principales:
Melodías instrumentales
- Melodías temáticas: Aparecen con frecuencia en composiciones modernas y clásicas y en la música de cine. Son característicos y a menudo el elemento principal reconocible de una pieza musical.
- Melodías contrapuntísticas: Se tocan varias melodías simultáneamente y juntas forman una textura más compleja. Común en la música barroca y el jazz.
- Melodías ostinato: Frase musical o melodía que se repite constantemente, a menudo en la gama de graves, sobre la que pueden variar otros elementos musicales.
- Melodías improvisadas: Se encuentran en el jazz y en algunas formas de música tradicional, donde la melodía surge espontáneamente en el momento.
- Melodías ornamentales/virtuosas: Son técnicamente exigentes y demuestran la habilidad del músico. Suelen encontrarse en conciertos en solitario y en la música clásica.
Melodías vocales
- Melodías en verso: Estas melodías se repiten en cada verso del texto de la canción. Suelen ser sencillas y pegadizas.
- Melodías de coro: Son especialmente comunes en la música pop y forman el clímax de una canción, que se repite varias veces.
- Melodías compuestas: Este tipo de melodía cambia constantemente y rara vez se repite. Son especialmente comunes en la música clásica y en algunas formas de música experimental.
- Melodías de llamada y respuesta: Característica de muchas formas de música folk, gospel y blues, en la que una frase de "llamada" va seguida de una frase de "respuesta".
- Melodías declamatorias: Común en óperas, musicales y algunas formas de música popular en las que la melodía sigue la melodía natural del habla para contar una historia o expresar un sentimiento.
Consejos para componer melodías
Cuando se compone una melodía, lo que se pretende es llevar al oyente en un viaje emocional: en definitiva, se está contando una historia con la música. Aunque no existe una fórmula mágica para componer buenas melodías (si no, todos tendríamos un montón de Grammys), hay algunas técnicas que los compositores profesionales utilizan una y otra vez.
- Comprender la escala y tonalidad: Elige una tonalidad y una escala que reflejen el tono emocional de la canción. Si tu canción es triste o melancólica, debes elegir tonalidades menores. Sin embargo, si quieres componer una canción motivadora o alegre, son más adecuadas las tonalidades mayores.
- Simplemente empieza: Empieza con un motivo o una frase sencilla como base. Más adelante puedes ir construyendo sobre ella y hacer la melodía más compleja paso a paso.
- Construye frases: Piensa en una melodía como una serie de frases, con un principio, un desarrollo y un final. La tensión debe subir y bajar para que el oyente no se aburra.
- Repetición y variación: Haz que la melodía sea memorable mediante la repetición, pero manténla interesante mediante pequeñas variaciones.
- Ritmo: Utiliza un ritmo interesante para dar más vida a la melodía. Experimenta mucho con las mismas notas pero diferentes ritmos para encontrar el ritmo perfecto.
- Apoyo armonioso: Experimenta con diferentes acordes de acompañamiento para realzar o cambiar el impacto emocional de la melodía.
- Experimenta y edita: No tengas miedo de crear distintas versiones de una melodía y revisarlas.
- Recibe comentarios: Pide a otros músicos o amigos su opinión sobre tu melodía. A menudo se nos nubla el juicio cuando llevamos mucho tiempo trabajando en una composición.
Ejemplos conocidos
A lo largo de la historia de la humanidad se han compuesto muchas canciones y con ellas muchas melodías, pero algunas son especialmente distintivas y tan buenas que la mayoría de la gente las conoce. Por supuesto, la percepción personal de cada oyente es diferente, y las melodías que gustan a una persona no tienen por qué gustar a todas las demás. Pero hay melodías que simplemente son universalmente buenas y son percibidas como buenas por la mayoría de la gente.
He aquí algunos ejemplos:
Eleanor Rigby - Los Beatles
Esta conocida canción de los Beatles tiene un sonido melancólico, que se consigue gracias a la tonalidad de Mi menor. Aunque la tonalidad es mi menor, la canción comienza con do mayor, el sexto grado de esta tonalidad. Esto es muy inusual y da la sensación de estar en medio de la canción.
Marcha Imperial de Star Wars
La música de la película La Guerra de las Galaxias, que siempre empieza cuando aparece el villano Darth Vader, transmite una sensación de tensión y miedo. Esto se consigue, por un lado, por la tonalidad menor (La menor), pero también por los numerosos pasos cromáticos (pequeñas segundas: 1 semitono de separación). Esto crea mucha tensión y una sensación de inestabilidad, que sirve a su propósito (el villano de la película debe ser percibido como tal) de forma excelente.
Aleluya
Esta melodía mundialmente conocida es un ejemplo perfecto de cómo una armonía sencilla y unas notas bien elegidas pueden convertirse en una de las canciones más conocidas. Los acordes del principio alternan entre Do mayor, la tónica, y La menor, el paralelo menor. Esto cambia relativamente poco la armonía, ya que los dos acordes de la cadencia suenan muy parecidos. En el estribillo, los acordes alternan entre mayor y menor, creando un ambiente medio melancólico, medio esperanzado.
La melodía cantada se mantiene siempre en la escala de Do mayor y no tiene notas "torcidas" fuera de la escala, por lo que suena muy "pura" y "perfecta". Es sencilla pero muy eficaz e inmediatamente memorable.
Conclusión
Al final, eres realmente libre a la hora de componer melodías. Con un poco de experiencia y práctica, te saldrá de forma natural y no tendrás que pensar tanto en las armonías porque interiorizarás los conceptos con el tiempo y los aplicarás inconscientemente. Así puedes dar rienda suelta a tu creatividad.